El otoño es magia en Neuquén. Las primeras nevadas van pintando de blanco las cumbres de los cerros. Las temperaturas descienden y la vegetación cordillerana se viste de cálidos colores que van de amarillos y ocres a rojos intensos.
El otoño revela el término de un ciclo que prepara a la naturaleza para el letargo invernal. Un entorno maravilloso que inspira con sus mágicos colores e invita a disfrutar de encantadores paisajes, actividades de aventura al aire libre, contemplación y exquisitos sabores auténticos de la estación.
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Neuquén: qué visitar en otoño en la cordillera
Caviahue y Villa Pehuenia – Moquehue
La Ruta del Pehuén, con su árbol milenario y su semilla ya madura se eleva entre las lengas coloreadas de rojo y pastizales en diferentes tonos amarillos. Un contraste más que interesante para disfrutar. Trekking, y mountain bike permiten apreciar en primer plano el espectáculo otoñal y disfrutar del contacto con la naturaleza. Senderos rodeados de piedras basálticas y custodiados permanentemente por pehuenes enmarcan los paisajes de Caviahue, Villa Pehuenia- Moquehue y Aluminé.
El recorrido de la Ruta Provincial Nº 11, conocido como Circuito Pehuenia, constituye uno de las mejores experiencias para tomar contacto con el paisaje característico de la región donde el pehuén se luce en todo en su esplendor con su follaje perenne. Los lagos Aluminé, Moquehue, Nompehuén, Ñorquico y Pulmarí ofrecen postales maravillosas durante el recorrido.
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Villa Traful, San Martín de los Andes y Villa La Angostura
En el sur de la Provincia, el paisaje otoñal se vive con una intensidad formidable en los bosques de lengas, ñires, coihues, radales y robles pellín que rodean las localidades de la zona: Villa Traful, San Martín de los Andes y Villa La Angostura gozan por estos tiempos de una paleta cromática casi mágica. En este increíble contexto, la Ruta de los 7 lagos atraviesa uno de los entornos más puros y bellos de la región, formando el mejor exponente del paisaje otoñal exaltado por los espejos de agua que se encuentran allí.
Los lagos Lacar, Machónico, Hermoso, Falkner, Villarino, Escondido, Correntoso, Espejo Grande y Nahuel Huapi integran un circuito de inigualable belleza. Entre las diferentes tonalidades de los árboles y espacios cordilleranos, sobresalen los amarillos de las alamedas que a lo lejos evidencian la presencia humana en una inmensidad de vegetación autóctona.
Senderos de trekking y mountain bike atraviesan los bosques y permiten un contacto directo con el espectáculo otoñal. Diversidad de trayectos de variada dificultad culminan en miradores que regalan una panorámica deslumbrante y conmovedora. Los lagos Lolog, Nonthué, Meliquina también constituyen un verdadero deleite para el ojo humano.
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Las excursiones lacustres en los lagos Lacar y Nahuel Huapi brindan otra perspectiva del paisaje. Lagos extensos de aguas gélidas y azules profundos contrastan con la vegetación y realzan esta verdadera obra de arte natural.
Junín de los Andes
Uno de los lagos más bellos de la región sur es el Huechulafquen, cerca de Junín de los Andes, cuyo paisaje al pie del majestuoso volcán Lanín, ha inspirado al poeta y cantautor más importante de Neuquén: Don Marcelo Berbel. Que cautivado de tanta belleza expresó: “El otoño en Huechulafquen no es otoño, es un duende pintor de cordillera. Es un canto a la vida porque tiene en el alma una eterna primavera…”
El otoño ha bendecido con sus mágicos colores la naturaleza de Neuquén. Un paraíso cromático encantador que ofrece la provincia con mucho para hacer y disfrutar.