Solo una vez al año, los tulipanes florecen para crear un paisaje idílico. Una imponente paleta de colores primaverales, cubren las 3 hectáreas de un campo de Trevelin. La localidad chubutense engalana esta porción de paraíso convirtiéndola en uno de los espectáculos más hermosos para disfrutar. El empuje de una familia emprendedora y la pincelada histriónica de la naturaleza, transformaron este lugar en un rincón único.
Las fotos de los campos de tulipanes, con el contraste de las montañas de fondo y los intensos matices, parecen haber sido tomadas en un bello paisaje de alguna comarca holandesa. Pero no, no hay que irse tan lejos para visitar este lugar mágico. Porque está en el país y es parte de la increíble Patagonia Argentina.
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Al ver las postales de los tulipanes en Trevelin, es común sospechar sobre la veracidad de la foto o pensar que están excesivamente editadas. Es que los penetrantes tonos de estas flores y los agudos contrastes, hacen que parezca un montaje de muy buen gusto. Pero, afortunadamente, no suelen serlo. El lugar es real y las fotos son solo un canal que transmite esa belleza.
Los tulipanes, una flor diferente
Pasearse por estos campos, sentir el aroma y la delicadeza de estas flores y ver como la luz del sol intensifica sus colores, es una experiencia que vale la pena y que se puede disfrutar en la Patagonia.
En diálogo con Patagonia Andina, Juan Carlos Ledesma, dueño de los campos e impulsor de la actividad, explicó como se inició este emprendimiento familiar y se mostró muy agradecido con la enorme cantidad de gente que los visita año a año.
“Este emprendimiento lo comenzamos en 1995, ya hace bastante tiempo. Pero, lo que fue apertura al público, la realizamos hace solo unos años. Encaramos este proyecto como productivo y después se fue convirtiendo en algo turístico debido a la enorme belleza que tienen los tulipanes. Estamos muy agradecidos de la vida, realmente recibimos mucha gente y estamos muy contentos con este proyecto”, remarcó Ledesma.
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Y agregó: “Empezamos y seguimos siendo un emprendimiento familiar. Al principio, lo sostuvimos con mi mujer y mis dos hijos, todos trabajamos a la par para sacar adelante este proyecto. Lo que siempre nos motivo fue la pasión por las flores. Iniciamos nuestra vida laboral con este emprendimiento y aprendimos mucho. Siempre nos llamaron la atención los tulipanes y decidimos apostar por ellos. Previamente hicimos muchísimas cosas acá en el campo”.
La magnética belleza natural de los tulipanes
Este emprendimiento empezó como un negocio para sustentar una familia. Pero ante tanta belleza que había plantada, la familia decidió abrir el juego y dejar que la gente pueda también disfrutar de estas flores increíbles.
“La verdad –precisó Ledesma aún sorprendido- que hasta hoy en día no nos deja de sorprender la respuesta de la gente. Realmente vienen muchas personas y de todas partes. Teniendo en cuenta también que somos los únicos en todo el país que nos dedicamos y tenemos plantaciones de tulipanes”.
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Belleza única
En la misma línea, el impulsor de este emprendimiento precisó que “los tulipanes nos llamaron siempre la atención porque tienen una belleza única. Hace años ingresamos en un programa de producción impulsado por la provincia y decimos realizar este emprendimiento que ha crecido mucho”.
Proceso de crecimiento de los tulipanes
Los tulipanes son una flor que tiene características muy especiales, que las hacen diferente a las demás. Tal es así que su proceso de crecimiento no escapa a la complejidad de su estructura.
En tal sentido, Ledesma explicó que “la semilla originaria de esta flor es de Holanda. Aquí realizamos una adaptación para que se amolde a esta zona y crezca sin problemas. Luego de eso nos abocamos a multiplicarlos para aumentar la producción. Todo este proceso dura aproximadamente unos 5 años”.
“Hoy tenemos casi 3 hectáreas plantadas, con 27 variedades de tulipanes, además de Narcisos y Jacintos. Se plantan en otoño y nacen en primavera. En el mes de octubre es cuando florecen, ahí se corta la flor, para que siga creciendo el bulbo, en enero se recolectan todos y se separan por tamaño. Los más chicos se vuelven a plantar y los que alcanzaron un buen tamaño se comercializan”, continuó el dueño.
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Y agregó: “Las plantas, dependiendo de la variedad, alcanzan distinto tamaño y también tienen una floración más tardía. Los colores también están relacionados con la variedad de los tulipanes”.
Una experiencia diferente
La posibilidad de ver tantas variedades de tulipanes juntas, disfrutar de sus colores, deambular entre los pequeños senderos y acariciar sus pétalos rozagantes, es única de la Patagonia. Y si a esto se le suman las montañas de fondo, con los picos nevados, y el intenso verde que rodea el predio, se vuelve una combinación maravillosa. Realmente parece una porción de los campos Eliseos.
Qué mes podemos visitar en 2020?
A partir de octubre 2020 podrán visitarse nuevamente
Que belleza. Nunca vi algo así!!! Próximas vacaciones me gustaría conocer
Increíble el lugar!!En el paso cardenal Samore del lado chileno hay tambien tulipanes. Y es bellísimo,
Realmente es un sueño estar allí, tuve el privilegio de conocerlos hace dos años. Enamoradisima de ese bellísimo lugar y de todo el paisaje que lo rodea. Sigan con su proyecto son los mejores y únicos en el país. Espero algún día volver para ver nuevamente esos campos de tulipanes hermosos. Hermosa nota felicitaciones!!!!Abrazo
Son hermoso yo guarde los bulbos en un lugar fresco y en un envase de helado puede ser asi ? Y no hice lo correcto
Espero tener el privilegio de poder darme el gustazo de apreciar personalmente esas vistas maravillosas de campos florecidos de tulipanes en la Patagonia.
Eso sí: algo que no empaña ni menos marchita lo espléndido de esta nota, es que abocar(se) es un verbo que se escribe con b (larga).
Aurelio, muchas gracias por comentar. Seguramente podrás, en algún momento, tener la dicha de visitar esta porción de paraíso. Nos alegra que te haya gustado el artículo y muchas gracias por la corrección. Fue un error de tipeo que suele suceder.