Colonia Suiza es un hermoso lugar, ubicado a 25 kilómetros de Bariloche, con una marcada impronta europea. Fue declarado patrimonio histórico y mantiene intactos los rasgos originales de la época en que fue fundado. Conocé la historia de este asentamiento europeo ubicado en plena Patagonia.
Colonia Suiza, un lugar mágico cerca de Bariloche
Colonia Suiza es un pintoresco lugar de la Cordillera que mantiene rasgos propios de los asentamientos europeos que hay en los Alpes. Fue declarado patrimonio histórico y mantiene intactas las características originales de la época de su fundación, fines del siglo XIX. Se encuentra a tan sólo 25 kilómetros de Bariloche y fue el primer asentamiento europeo en la región.
En las últimas décadas, la villa se transformó en un destino turístico que recibe visitas de todas partes del mundo. La actividad turística contribuyó ampliamente al resurgimiento de la colonia, con sus atractivos y su destacada oferta gastronómica.
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Los hacedores de Colonia Suiza
La familia Goye, radicados en Chile, fueron de los primeros inmigrantes que se radicaron en la región, provenientes de Valais, Suiza. Luego, comenzaron a llegar más integrantes y, posteriormente, se sumaron otras familias que ampliaron el asentamiento. Desde el comienzo, su principal actividad económica fue la agricultura y la cría de animales. Entre todos los suizos que fueron llegando, se construyeron las casas, la primera escuela y la capilla: hoy emblemas de la pequeña villa de montaña.
Los hermanos Félix, Camilo y María Goye, se dedicaron a la agricultura y ganadería. Sus trabajos se ampliaron a la producción de frutas que, posteriormente, fueron premiadas a nivel mundial por su alta calidad. También se dedicaron a la producción de madera, lo que le dio a la colonia aún más prosperidad económica, la que pudieron sostener a lo largo de varios años. Hoy, la comunidad que está radicada allí vive, mayormente, del turismo.
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Circuito turístico arquitectónico
La mayoría de las edificaciones de la villa se erigieron entre 1899 y 1945, y hoy se conservan como referentes históricos. Tienen una forma de construcción típica de las comunas europeas, estructura y techo a dos aguas de tejuelas de madera. Son estructuras simples y finas que se unen armónicamente con el paisaje natural.
Entre las casas emblemáticas que se pueden ver hoy en día se encuentran: el Museo de los Viejos Colonos, que fue construido en 1937. También se destaca la Escuela 129, considerada monumento histórico, para la cual Félix Goye donó el terreno y los vecinos pusieron su trabajo solidario. Y la capilla Nuestra Señora del Rosario, un pequeño habitáculo rectangular con techo a dos aguas de tejuela de ciprés. Su construcción también fue en colaboración vecinal.
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El curanto, emblema de la gastronomía de Colonia Suiza
Esta particular comida, de origen araucano, es toda una ceremonia cargada de tradiciones, cultura e historia local. La preparación es a base de diferentes tipos de carnes y verduras, y tiene una cocción singular. Se realiza introduciendo los alimentos en un pozo cavado en la tierra y se colocan piedras calientes. Esto se tapa con hojas para mantener el calor.
Además del curanto, la villa cuenta con numerosas ofertas como casas de té y restaurantes, negocios de artesanías y una importante feria artesanal que se convirtió en un paseo imprescindible para todo el que visite el lugar.